Por Irene H. Yebrock
Fuera de los lagos de cantares
negros,
y más allá de todos mis
deseos,
vuela alto la lechuza
plateada,
esparciendo los restos de la
melodía encenizada,
quedan al aire los danzares
del cisne blanco, en suelo de ardiente piano.
Ante los ojos de la luna roja,
denotan los recuerdos de
catedrales rotas,
sumisas con el pensamiento de
vino firmamento,
corren las hiedras con las
devociones perdidas y las promesas injeridas.
Toma mis letras y embriágate
con ellas,
inyecta tu calma e inhala mi
alma,
sucumbe en destellos, anhelos
y presentimientos,
entrega tus penas al alba, vela eterna de ilusiones yuxtapuestas.
entrega tus penas al alba, vela eterna de ilusiones yuxtapuestas.
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