Regresaba yo de un encuentro casual con
algunas amistades, después de unas copitas, tranquilo el asunto.
Circulaba por
algunas de las calles principales del sur de la ciudad, todo en paz a horas de
madrugada. Al menos estuvo tranquilo hasta que algún ebrio, según mi
conclusión, se dio una maravillosa vuelta en U sobre un camellón, ya saben, el
zacatito limitado por concreto, no un camello grande.
Bueno pues esta persona
en su genial idea y con su pericia disminuida producto de las wamas o quizá un
alcohol fino, pues la camioneta en la que iba se veía popis, no calculó bien su
maniobra de bandido y se fue hasta la banqueta, encontrando final en un poste
inerte que culpa no tenía. Esto sucedió a escasos metros antes de yo pasar por
ahí, se me bajó la sangre al ver como el poste de luz caía, provocando un
estallido de chispas y un apagón en varias cuadras.
Frené quemando llanta, me
detuve a la par de otro conductor asustado y nos dimos a la tarea de aplicar un
retorno en U como el del susodicho, pero con más cuidado. Ya un poco más lejos
de la situación observé que todos los ocupantes de la camionetita se bajaron
tan rápido como pudieron, milagrosamente ilesos, y se cruzaban hacia el bar de
enfrente, donde gracias a ellos, la fiesta había terminado, por aquello de que
los dejaron sin luz.
No se si por ayudarlos o castigarlos, pero
llamé al servicio de emergencias, pedí ambulancia, por si las moscas, y dejé la
dirección, acto seguido subí de nuevo a mi carro y me fui a mi casa, haciendo
un gran rodeo. Aun no he pasado de nuevo por ahí pa' ver como quedó el asunto.
Así que, tengan cuidado con las vueltas en U
cuando anden ebrios...
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