Por Antonio González
-El estado está constituido por normas y leyes
que pretenden mantener un orden y funcionalidad de la población. Cultura de la
legalidad se le llama al seguimiento de estas por parte de la ciudadanía, que
al incurrir en el fallo del cumplimiento deja al estado en una situación de
falta de orden.
-¿Eres tú de los que entran por la entrada y salen por la salida, jalan dónde dice jalar y empujan dónde dice empujar?. Suena fácil, pero ¿serás tú de
los que tiran la basura en su lugar o la guardan hasta encontrar dónde ponerla?
-¿Respetas los lugares preferentes en el
metro, camión o cajones de estacionamiento? Yo personalmente he visto muchas
veces como jóvenes, señores y señoras no ceden su lugar a ancianos o mujeres
con niños pequeños o embarazadas.
-Muchas veces hemos escuchado a compañeros
ciudadanos quejarse del gobierno, de cómo no pueden solucionar ningún problema
y que el país está hundido, mientras que acto seguido estos individuos faltan a
reglamentos sencillos y simples, y por alguna razón sienten el derecho
inherente de quejarse de lo que ellos mismos no hacen.
-Yo no le quito su derecho, ciudadano, de
quejarse, sino que lo invito a ser legal y tener una base para que su queja no
sea sólo un berrinche. Para criticar a otros hay que primero criticarnos a
nosotros mismos, si tu casa no está limpia no culpes al vecino, cúlpate a ti.
-Pensemos cuantas cosas hacemos mal, las veces
que nos estacionamos en un lugar indebido, cuando formamos parte de la
corrupción, al cubrir actos fuera de la ley, y demás situaciones cotidianas.
¿Si no eres capaz de cruzar la calle por la esquina, como pretendes culpar a
una figura pública de que hace mal su trabajo?
-Para cambiar una sociedad no se necesita
cambiar de partido político, ni de sistema socioeconómico, ni hacer más y más
leyes, pues lo que cambia la sociedad son los socios, es decir las personas,
los individuos. Cambiemos como individuos, y cambiaremos como país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario