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miércoles, 7 de marzo de 2012

De Crítica y cosas parecidas - Soberana chingadera

Por Román Saucedo

Buenas, buenas; bienvenidos a mi sección.
Hoy vengo a hablarles un poco de política.

Si has logrado mantener el interés después del segundo párrafo, adelante, sigue leyendo...

Bueno, contextualicemos. Vivimos en México, y como sabemos están próximas las elecciones.
La verdad detrás de todo es que el pueblo entero está realmente cansado y harto de todas las propagandas y denuncias de guerra sucia que, si bien todavía no empiezan los tiempos de campaña, nos inundan cada que encendemos la televisión -sinceramente, yo sólo la veo por dos cosas: la hora, y la chava del clima de la transmisión info7 de las 5 de la mañana-.

En fin.
Estaba vagando por los canales y, posteriormente, Internet, cuando me topé con que los candidatos presidenciales -Chepina, el Peje y el Quique Copetes- se reunirían con Joe Biden -o José Aguantador, como prefieran llamarlo- para "comentarle sus propuestas bilaterales", o sea, recitarle todo lo que tuviera que ver con las relaciones entre nuestra nopalera patria y la superpotencia rojiblanquiazul...


Bueno, eso es lo que nos cuenta la historia bonita, ¿no? Unos cuantos mexas llegando a un hotel en donde el vicepresidente -que es el puesto de Biden- de los Estados Unidos los espera con los brazos abiertos y los recibe en igualdad de condiciones -por orden alfabético y con un lapso de tiempo igual para todos-, el punto es, ¿por qué necesitan los candidatos mostrarle su política a la autoridad de otro país?


A primera vista parece normal que se analicen las políticas bilaterales, efectivamente, de ambos lados; sin embargo, aquí viene lo extraño: ningún candidato a la presidencia de cualquier otro país lo hace.
O al menos no de manera tan descarada, es decir, el proceso normal en las elecciones es que esta clase de juntas se dé después de electo el presidente, ya que usualmente es entonces cuando el otro país llega a acuerdos sobre la política que el nuevo presidente propuso, y que ganó entre los demás candidatos.


¿A qué voy con esto? Es tan simple que lo responderé con otra pregunta: ¿'ónde quedó la soberanía nacional?
Explico.


Realmente un candidato mexicano no va y sólo pide a la autoridad gringa que le de una checada a su hojita, la verdad detrás de las cosas es que fueron a que les dieran el visto bueno, como históricamente ha sucedido a lo largo de la vida de nuestro agonizante país. 
Desde tiempos anteriores es así, aunque el PAN se maneja de manera más descarada con estos asuntos, el PRI por lo menos lo disfrazaba de dedazo.


En fin, razona, mexicano, sobre todo si estás en edad de ejercer tu voto. 
No digo que no lo hagas, ni te sugiero un candidato -porque luego me cae la FEPADE-, sólo te pido que leas, que te informes, que dejes de ver a Poncho de Nigris y a Chavana.


Por su atención y preferencia, gracias, vuelva pronto.


Datos externos:
Prensa Latina
E-consulta.com

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